
Águeda
Solano
Santo
Domingo. El
periodo de mayor exposición al riesgo en la vida de un ser humano es la etapa
de la niñez. Durante este tiempo la capacidad intelectual, psico-afectiva y
social de una persona está en principios de desarrollo.
De
esa manera lo explica el sociólogo Juan Miguel Pérez al hablar de las
consecuencias que pueden tener los niños que han sido víctimas indirectas
del feminicidio.
¿Cómo
murió mi madre?, ¿Por qué murió de esa manera?, ¿Por qué mi papá la mató?,
¿Quién fue ella?, son solo algunas de las interrogantes que se hacen esos
infantes que han sufrido la pérdida de su mamá por manos de su compañero
sentimental, ya sea este padre o padrastro de ellos.
En
la sociedad dominicana las preguntas que estos niños se hacen suelen pasar bajo
el silencio familiar, y según lo explica el experto en estudios sociales, esto,
hasta cierto punto es una ventaja, pues existen casos en los cuales es mejor no
saber algunos datos, “o por lo menos no con el grado de detalles que puede
hacer de un conocimiento preciso una verdadera experiencia traumática”.
“El Estado, a través de sus instituciones públicas de
cuidado, debe asumir una política seria y continúa en el tiempo, de
acompañamiento de estas familias. La Escuela, por ejemplo, debe jugar un rol
crucial en el seguimiento y la acogida de estos niños. El psicólogo escolar,
así como el cuerpo docente, deben ser fundamentales en el proceso de
recuperación parcial del niño o niña ante la muerte de su madre en una forma
tan violenta como lo es un feminicidio”, agrega Juan Pérez.

La sociedad corresponde
De acuerdo con el sociólogo, a pesar de todos los retrocesos que ha tenido la cohesión social en República Dominicana, esta continúa siendo un espacio en el cual prevalecen relaciones de compasión, o sea, ponerse en el lugar del otro y actuar en consecuencia.
De acuerdo con el sociólogo, a pesar de todos los retrocesos que ha tenido la cohesión social en República Dominicana, esta continúa siendo un espacio en el cual prevalecen relaciones de compasión, o sea, ponerse en el lugar del otro y actuar en consecuencia.
Los niveles de competición que existen hoy día han llevado a las
personas a tener un menor grado de amabilidad. Sin embargo, esto no aplica
mucho cuando se trata de la infancia, esta, según dice Pérez, continúa siendo
una etapa que los adultos cuidan y protegen, y más si es marcada por una
tragedia de tal magnitud.
Programa de atención
La Vicepresidencia de la República, en conjunto con el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, entre otras instituciones enfocadas en el cuidado de la niñez, han venido trabajando desde hace dos años con el Programa de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes Huérfanos por Feminicidios.
La Vicepresidencia de la República, en conjunto con el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, entre otras instituciones enfocadas en el cuidado de la niñez, han venido trabajando desde hace dos años con el Programa de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes Huérfanos por Feminicidios.
Este protocolo cuenta con una política pública dirigida a
garantizar los derechos de los menores afectados por esta tragedia.
Natividad López, encargada del departamento de Violencia del
Ministerio de la Mujer, explica que con este protocolo se busca prevenir que en
un futuro estos niños continúen viviendo en un patrón de violencia.
Que puedan superar las secuelas de esas vivencias. Para esto
cuentan con un equipo profesional que garantizan la atención psicológica
y ayuda legal sin ningún costo para estos infantes.
El programa cuenta con psicólogos expertos en el tema, los
cuales brindan atención a estos niños y adolescentes.
Charlas de duelo, reuniones familiares, consultas individuales,
y demás técnicas que los enseñan a manejar la situación, a no quedarse
enganchados al dolor.
Según explicó López a Listín Diario, cuando ocurre un caso de
feminicidio un equipo, que incluye abogados, policias y psicólogos, se dirige
al lugar del hecho, realizan un levantamiento de información, y según
la calidad de vida que tengan los familiares afectados, se toman
medidas.
Estadísticas
De acuerdo con una investigación realizada por el Observatorio Político Dominicano (OPD), en los primeros seis meses de este año se registraron 65 casos de feminicidio, y en un aproximado de 85 % de esos casos hay menores de edad que han sufrido la pérdida de, al menos, uno de sus progenitores.
De acuerdo con una investigación realizada por el Observatorio Político Dominicano (OPD), en los primeros seis meses de este año se registraron 65 casos de feminicidio, y en un aproximado de 85 % de esos casos hay menores de edad que han sufrido la pérdida de, al menos, uno de sus progenitores.
Este mismo estudio reveló que en 34 % de los feminicidios el
dato sobre los hijos de la víctima no está disponible. Sin embargo en el otro
66 %, la víctima tenía de 1 a 8 hijos, lo que indica que hay un total de 78
personas sobrevivientes (una niña no sobrevivió) y que perdieron a sus
madres.
“En el caso de los agresores, es mucho más complejo determinar
algunos datos en los medios impresos y digitales. Sin embargo, en el 62 % de
los casos se verificó la cantidad de hijos que tenían los agresores”, dice la
investigación.
Es importante señalar que de un total de 44 hijos que
tenían los victimarios, 37 perdieron, al mismo tiempo, a sus madres y
aproximadamente 68 de los 79, son menores de edad, explica el estudio de OPD.
Feminicidio
De acuerdo con Flor Batista, investigadora del Observatorio Político Dominicano, el fenómeno de los feminicidios se ha constituido en uno de los principales problemas socioeconómicos que afecta a gran parte de la población femenina dominicana.
De acuerdo con Flor Batista, investigadora del Observatorio Político Dominicano, el fenómeno de los feminicidios se ha constituido en uno de los principales problemas socioeconómicos que afecta a gran parte de la población femenina dominicana.
“La falta de políticas públicas, programas y legislación permite
que las cifras de mujeres que pierden la vida a manos de uno o varios hombres
aumenten año tras año”, explicó.